Generalmente antes de que suceda, la persona se siente aturdida o mareada y logra incluso avisar, acostarse o sentarse para prevenir un golpe fuerte.
El desmayo es una forma de protección del suministro de oxígeno al cerebro, ya que después de la caída involuntaria que sigue al desmayo, hay un mayor flujo de sangre al cerebro.
La causa más común de los desmayos es la hipotensión ortostática, que es el descenso súbito de la presión arterial y sucede generalmente al levantarse y con mayor frecuencia cuando alguien ha estado en cama durante varios días. También es común en personas mayores con trastornos circulatorios o que toman medicamentos para la hipertensión arterial o la depresión.
Algunas personas padecen un tipo de desmayo llamado síncope vasovagal y eso ocurre porque en determinadas circunstancias el nervio vago, que pasa a lo largo del cuerpo y del pecho y que controla muchos procesos involuntarios, súbitamente desvía la sangre a una parte del organismo formando un depósito en ese sitio y haciendo que disminuya el abastecimiento que requiere el cerebro.
Otros motivos del desmayo son el estrés o cansancio excesivo, un susto, ver sangre, la exposición a determinados olores o sonidos, la falta de alimento o de agua, la deshidratación, el inicio de un embarazo, la exposición al sol, la recuperación de una anestesia total o el padecer enfermedades como la diabetes, cuando disminuye el nivel de azúcar súbitamente o por hipoglucemia. También las personas que tienen arritmias o eventos cerebrovasculares son propensas al desmayo.
Si bien la mayoría de los desmayos son situaciones pasajeras y no requieren de tratamiento médico, ante todo desmayo es necesario consultar al médico para que defina el diagnóstico y el tratamiento adecuado. En ocasiones puede solicitar un electroencefalograma, un electrocardiograma y un análisis de sangre para identificar el motivo.
Para atender un desmayo y disminuir el riesgo, si siente o ve que alguien se pone pálido, empieza a sudar frío, se marea y siente que se va a desvanecer o ya de desmayó:
- Si siente que se va a desmayar, acuéstese y eleve sus pies o siéntese inclinando la cabeza por debajo del nivel del corazón, pero no la coloque entre las rodillas, porque si se desmaya se puede caer y golpear fuertemente.
- Si la persona ya se desmayó, acuéstela y levante sus pies, para que el flujo sanguíneo llegue más rápido a su cabeza.
- Frote con alcohol las muñecas de las manos, la nuca y refresque la frente, de preferencia no ponga alcohol en la nariz del desmayado.
- No de nada de beber ni comer hasta que se haya repuesto un poco.
- Cuándo la persona vuelva en sí, tápelo bien porque en ocasiones al desmayo le sigue una sensación de escalofrío con templores.
Si usted se marea con frecuencia, le sugerimos que al levantarse espere sentado entre uno o dos minutos antes de ponerse de pie, si es por ayuno tome un vaso de jugo de naranja con azúcar o un refresco azucarado. Si es por ejercicio, gradúelo de forma que no le cause agotamiento extremo y tome varios vasos de agua al día.
- Desencadenantes físicos. Pasar demasiado calor o estar en un lugar muy concurrido y mal ventilado son causas habituales de desmayo en los adolescentes. La gente también se puede desmayar después de hacer demasiado ejercicio o de hacerlo con un calor excesivo y sin beber suficiente líquido, factores que favorecen la deshidratación. Los desmayos también pueden estar provocados por otras causas de deshidratación, así como por el hambre y el agotamiento. A veces, el mero hecho de estar de pie durante mucho tiempo seguido o de levantarse demasiado deprisa cuando se está sentado o estirado puede provocar un desmayo.
- Estrés emocional. Emociones como el miedo, el dolor, la angustia o la conmoción pueden afectar al sistema nervioso de una persona, provocándole una bajada de la tensión arterial. Este es el motivo de que algunas personas se desmayen cuando algo las asusta o aterroriza como, por ejemplo, la visión de sangre.
- Hiperventilación. Se dice que una persona hiperventila cuando respira demasiado deprisa, lo que le provoca un descenso del dióxido de carbono (CO2) en sangre. Esto puede hacer que se desmaye. Las personas que están muy estresadas o en estado de choque nervioso o tienen determinados trastornos de ansiedad se pueden desmayar a consecuencia de la hiperventilación.
- Consumo de drogas o de ciertos medicamentos. Algunas drogas ilegales —como la cocaína o la metanfetamina— pueden provocar desmayos (e incluso infartos de miocardio en algunos casos). Su consumo por vía inhalatoria (por la nariz) puede provocar desmayos al alterar la frecuencia cardíaca. Los desmayos también son un efecto secundario de algunos medicamentos.
- Hipoglucemia. Nuestro cerebro depende del aporte constante de azúcar procedente de la sangre para funcionar correctamente y mantenernos despiertos. Las personas que se inyectan insulina o se medican con otros fármacos para la diabetes pueden desarrollar hipoglucemia (baja concentración de azúcar en sangre) y desmayarse si se exceden en la dosis de medicamento o no comen lo suficiente. A las personas que no padecen diabetes pero pasan hambre (por ejemplo, las que siguen dietas muy estrictas o dietas relámpago) les puede bajar la concentración de azúcar en sangre lo suficiente como para desmayarse.
- Anemia. Las personas con anemia tienen menos glóbulos rojos de lo normal, lo que reduce la cantidad de oxígeno que llega al cerebro y otros tejidos. Las chicas que tienen menstruaciones muy abundantes o las personas que padecen anemia por déficit de hierro por otros motivos (como no ingerir suficiente hierro en la dieta) son más proclives a los desmayos.
- Embarazo. Durante el embarazo, el cuerpo experimenta multitud de cambios, como los que afectan al sistema circulatorio, que pueden provocar desmayos. Además, las necesidades del cuerpo de ingerir líquidos aumentan, por lo que una mujer embarazada se puede desmayar si no bebe lo suficiente. El útero, al crecer, puede comprimir parcialmente las grandes venas y obstruir el flujo sanguíneo, lo que puede reducir la irrigación sanguínea cerebral.
- Trastornos de la conducta alimentaria. Las personas con anorexia o bulimia se pueden desmayar por diversos motivos, como la deshidratación, la hipoglucemia y los cambios en la tensión arterial o la circulación sanguínea provocados por la inanición, los vómitos o el exceso de ejercicio.
- Problemas cardíacos. Las anomalías en la frecuencia cardíaca y otros problemas cardíacos pueden provocar desmayos. Si una persona se desmaya repetidamente, sobre todo mientras hace ejercicio o un esfuerzo físico, los médicos pueden sospechar que padece algún problema cardíaco y realizar las pruebas pertinentes para identificar una posible cardiopatía.
- Sitio de referencias.
- http://www.esmas.com/salud/home/tienesquesaberlo/358068.html
- http://kidshealth.org/teen/en_espanol/cuerpo/fainting_esp.html#
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